martes, 19 de agosto de 2008

¿Dos pueblos, una nación?






¿Como no hemos caído en la cuenta? Somos dos pueblos diferentes habitando un mismo territorio geográfico. Somos dos pueblos guatemaltecos con culturas, economías, ambiciones y metas diferentes. Ambas culturas aportamos a la riqueza de nuestro país, cada uno a su manera. Si así lo quisiéramos, aún cuando cada uno se desenvuelva en su medio y entorno cultural, pudiéramos complementarnos.

Una de nuestros pueblos es urbano, ladino, habla español, tiene un índice de desarrollo humano más elevado, mayor escolaridad, ve "hacia afuera", al resto del mundo, desea globalizarse e incorporarse -en algunos casos lamentablemente- a la sociedad capitalista global.

La otra Guatemala es indígena, habla alguno de los 21 idiomas mayas, tiene un índice de desarrollo humano inferior, menor escolaridad, es introspectiva, ya que de algún modo abraza y rechaza simultáneamente las influencias globalizantes actuales.

Los planes de desarrollo impulsados por los últimos 7 gobiernos de la era democrática no han considerado la diferencia de las necesidades, deseos y aspiraciones de los dos grupos diferentes. No han considerado la posibilidad del desarrollo dual. No han optado por brindar servicios de calidad a las grandes mayorías que carecen de esos servicios.

Nos ha faltado considerar la complementaridad de las acciones que deben tomarse para lograr un desarrollo bicéfalo, sin intentar una integración forzosa. Este deberá ser un proceso de desarrollo en que ambos pueblos se complementen y suplementen. Un proceso que tome en cuenta a las dos Guatemalas, para lograr desarrollo y progreso que lleguen a toda la población.

Otras sociedades lo lograron, ¿Por qué no nosotros?

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