jueves, 8 de mayo de 2008

Honor a quien honor merece...

Gasolina... quiero más gasolina

Alvaro Colom actuó como debía: rápida y decisivamente. Al decretar el estado de excepción y ordenar la intervención de las fuerzas de seguridad del estado (PNC y unidades del ejército), impidió que la crisis provocada por el paro de los pilotos del transporte pesado afectara a la mayoría de la población. Asimismo, impidió el desabastecimiento de combustibles y productos perecederos, así como los daños a la economía por las exportaciones no realizadas.
De acuerdo a reportes noticiosos, hay 47 pilotos detenidos y consignados a los tribunales de justicia. Dos pilotos reportan daños físicos ocasionados por las fuerzas policiales durante el proceso de detención. A su vez, los agentes de la PNC reportan que los pilotos obstaculizaron el tránsito, instalaron barricadas y agredieron a los agentes durante su captura.
Por lo pronto, hay gasolina en todas las estaciones. Las limitaciones al ingreso del transporte pesado a la capital siguen en vigencia -ahora con el visto bueno de la Corte de Constitucionalidad.
No hay ganadores. Perdedores hubo muchos: usuarios de combustible, comerciantes, exportadores, transportistas.
¡Ojalá que este incidente no tenga una 3a parte!

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